domingo, noviembre 02, 2008

XX Domingo de Cotidiano

PRAELEGENDUM. VI Despues de Pentecostes.

El Señor reinó, revistióse de gloria, Aleluya.

V/. Armóse de fortaleza, y se cino todo de ella. Aleluya, aleluya.
R/. Aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Aleluya, aleluya.


ORATIO POST GLORIAM. VI Despues de Pentecostes.

Tú eres glorifacado en las alturas, a Tí la Iglesia canta por la tierra de Tu gloria; y hasta los cielos emiten alabanzas. Te rogamos, Dios Omnipotente, que Te digna nuestras oraciónes con la misma solemnidad, que nuestras oraciones lleguen a Tí con bien efecto, y que nos concedas los solicitudes de nuestras voces.
R/. Amén.

Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos
R/. Amén.

PROFECÍA. XX Cotidiano: Ezq 28. 25-26.

Lectura del libro del Profeta Ezequiel.
R/. A Dios gracias.

Esto dice el Señor: Cuando yo reúna a la casa de Israel de entre los pueblos en que ha sido dispersada, manifestaré mi santidad por medio de ellos, a los ojos de las naciones. Ellos habitarán en su propio suelo, el que di a mi servidor Jacob: vivirán seguros en él, construirán casas, plantarán viñas y habitarán seguros, cuando yo inflija un justo castigo a todos los pueblos vecinos que la desprecian. Así se sabrá que yo soy el Señor, su Dios.
R/. Amén.


PSALLENDUM. VI Despues de Pentecostes: Sal 9. 10-11.

No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud.
V/. Por tu gran bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.
R/. No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud.


APÓSTOL. XX Cotidiano: Rom 15. 4-7.

Lectura de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos.
R/. A Dios gracias.

Hermanos, ahora bien, todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios.
R/. Amén.

EVANGELIO. XX Cotidiano: Lc 7.11-16.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
R/. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: "No llores". Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: "Joven, yo te lo ordeno, levántate". El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo".
R/. Amén.

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