domingo, enero 09, 2011

Educándonos en la Fe: “En ocasión del Nuevo Año”

Por el Reverendísimo Monseñor MIJAÍL
Abad del Asceterio de los Santos Mártires Reales de Rusia

Para muchos, iniciar un nuevo año representa un nuevo comienzo, la oportunidad de curar las heridas, o una nueva oportunidad para rectificar. Otros podrán esperar el 2011 y preguntarse qué aventuras y posibilidades traerá. Yo, personalmente, me alegro al pensar en lo que el Señor me enseñará en las semanas y meses que vendrán, y en cómo tendré una relación más estrecha con Él.
Ninguno de nosotros sabe, por supuesto, lo que le deparará el futuro. Pero hay una cosa que usted y yo sabemos con seguridad -tendremos que tomar muchas decisiones en los días que tenemos por delante. Siempre estamos tomando decisiones en cuanto a la familia, el trabajo, las finanzas, y aún en nuestra relación con el Padre celestial. La pregunta que debemos hacernos, si deseamos hacer del 2011 el mejor año posible es: ¿Dónde encaja el Señor en las decisiones que tomamos?.
La verdad es que nunca nos equivocaremos, siempre y cuando obedezcamos a Dios. Lo contrario también es cierto -nunca obraremos bien si decidimos vivir en rebeldía contra Él. Vemos este principio confirmado una y otra vez a lo largo de todas las páginas de las Sagradas Escrituras.
Por ejemplo, cuando el Señor libertó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, envió a Moisés para que fuera su libertador y lo condujera a la tierra de sus padres en Canaán. Él prometió: “Yo os sacaré de la aflicción de Egipto...a una tierra que fluye leche y miel” (Ex. 3.17).
Pero cuando los israelitas llegaron a la frontera de la tierra que el Señor les había garantizado que sería suya, tuvieron temor de tomar posesión de ella. Se concentraron en las consecuencias de desafiar a sus habitantes, en vez de hacerlo en el poder y la fortaleza del Dios vivo, y por eso se negaron a entrar. Su acto de desobediencia los mantuvo deambulando cuarenta años en el desierto, y les costó también muchas vidas.
Cuando volvieron a la frontera de Canaán cuatro décadas más tarde, los israelitas estaban finalmente listos para someterse a los planes de Dios. Obedecieron al Señor, y Él les dio la Tierra Prometida, tal como les había dicho. Por eso, Josué proclamó con gratitud: “Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que el Señor vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas” (Jos. 23. 14).
¿Qué decisiones tendrá usted que enfrentar en los días que tiene por delante?. ¿Cómo puede usted tener la seguridad de que el 2011 será su mejor año?. Sólo hay una manera: Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos. Es probable que usted y yo estemos de acuerdo en que este es siempre el mejor modo de obrar. Pero, ¿cómo puede usted asegurarse de no perder de vista el objetivo?Lo primero que debe reconocer es que su disposición de someterse a Dios dependerá de lo que crea de Él. ¿Acepta usted que Dios tiene el control de todas las cosas?. Para muchos, este principio fundamental es un difícil obstáculo por los problemas que enfrentan y por las injusticias que ven en el mundo. De hecho, es posible que usted esté experimentando circunstancias inexplicablemente difíciles, y no entienda la razón por la que el Padre celestial las ha permitido. Pero si usted confía en que Dios es soberano y todopoderoso, tendrá fe, y Él hará que todas las cosas obren para bien de quienes le aman (Romanos 8. 28).
Esto nos lleva al segundo punto, al hecho de que usted debe seguir confiando en el Padre celestial, a pesar de sus circunstancias. Debe aceptar que el Señor no solo tiene el poder para ayudarle, sino también la voluntad de darle lo mejor. ¿Tiene fe en el carácter de Dios?. ¿Tiene confianza en que Dios cumplirá sus promesas?. No se puede obedecer a alguien en quien uno no confía.
¿Cómo puede usted tener más fe?. Dando el tercer paso, que es crecer en su amor al Padre celestial. Usted aprenderá a confiar más en Dios si pasa tiempo con Él, orando y leyendo su Palabra y otros libros de espiritualidad. Es muy importante que usted desarrolle esta relación estrecha con el Señor, para que, al venir las adversidades, no sienta la tentación de olvidarse de Él.
Esto significa que usted no solo le hablará a Dios, sino que también le escuchará. Este es el cuarto punto para no perder de vista el objetivo -mantener la atención puesta en lo que Él le comunique. Piense en esto. Usted no podrá obedecer al Padre celestial si nunca aparta tiempo para escuchar lo que Él quiera decirle. No podrá aumentar su amor ni su confianza en Dios si no le está escuchando.
Finalmente, comprenda que obedecer al Señor requerirá valentía y una entrega total. Tendrá que llegar al punto en que tendrá que decidir creerle a Dios, en vez de poner su confianza en sus habilidades y circunstancias. Esta es, el final, la única manera de crecer en la fe. Al igual que los israelitas, es posible que usted experimente dificultades mucho más allá del punto capaz de soportarlas. Sin embargo, el Señor las ha permitido para que usted aprenda a depender de su fortaleza, sabiduría, poder y amor en cada situación.
¿Qué decisiones tendrá que tomar en el 2011?. ¿Cómo puede tener la seguridad de que será su mejor año?. Obedeciendo a Dios y dejando todas las consecuencias en sus manos. Crea en su soberanía. Tenga más confianza en Él. Profundice su relación con el Señor. Escúchele con atención y ríndase a Él totalmente. Reciba al nuevo año sometiéndose completamente a los planes del Padre celestial, porque ese será el mejor sendero para su vida.
Que el Señor bendiga a usted y a su familia grandemente por buscarle y servirle con fidelidad.

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