domingo, mayo 08, 2011

Catecismo Ortodoxo #1

Instrucción
Pregunta: ¿Qué es el Catecismo Ortodoxo?
Respuesta: El Catecismo Ortodoxo es la enseñanza en la fe cristiana ortodoxa, para instruir a cada cristiano a fin de agradar a Dios y salvar su alma.
Pregunta: ¿Cuál es el significado de la palabra Catecismo?
Respuesta: Es una palabra griega que significa instrucción, o enseñanza oral. Ha sido usada desde los tiempos de los Apóstoles para dar el conocimiento elemental de la fe cristiana ortodoxa, necesaria a todo cristiano (Lucas 1:4; Hechos 18:25).
Pregunta: ¿Qué es necesario para agradar a Dios y para salvar nuestra alma?
Respuesta: En primer lugar, conocer al verdadero Dios y tener fe en El. En segundo lugar, llevar una vida acorde con la fe y realizar buenas obras.
Pregunta: ¿Por qué la fe es necesaria en primer término?
Respuesta: Porque según el testimonio de la palabra de Dios: "Sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebr. 11:6).
Pregunta: ¿Por qué debe ser inseparable de la fe la realización de buenas obras?
Respuesta: Porque según el testimonio de la Palabra de Dios: "La fe sin obras está muerta" [Santiago (Jacobo) 2:20].
Pregunta: ¿Qué es la fe?
Respuesta: De acuerdo con la definición de San Pablo: "Es, pues, la fe, la sustanciación de lo que se espera, la demostración de lo que no se ve" (Heb. 11:1). Es la certeza en lo que no se ve, como si lo estuviésemos viendo; en lo deseado y esperado, como si estuviese presente.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre conocimiento y fe?
Respuesta: El conocimiento tiene por objeto las cosas visibles y comprensibles. La fe, tiene por objeto las cosas que son invisibles e incluso incomprensibles. El conocimiento está fundado en la experiencia, en el examen de un objeto. En cambio, la fe se basa en la confianza al testimonio de la verdad. El conocimiento pertenece propiamente al intelecto aunque puede actuar también sobre el corazón. La fe pertenece principalmente al corazón, pese a que comienza en pensamientos.
Pregunta: ¿Por qué es necesaria la fe y no sólo el conocimiento en la instrucción religiosa?
Respuesta: Porque el objeto principal de esta instrucción es Dios invisible e incomprensible, y la Sabiduría de Dios oculta en un misterio. Consecuentemente, gran parte de esta enseñanza no se puede alcanzar mediante el conocimiento, pero se debe recibir mediante la fe. La fe, dice San Cirilo de Jerusalem, "es el ojo que ilumina toda conciencia y le da el conocimiento al hombre." Pues, como dice el profeta: "Si no creyereis, no entenderéis" (Isaías 7:9; Cir. Cat. 5).
Pregunta: ¿Cómo se puede ilustrar más la necesidad de la fe?
Respuesta: San Cirilo ilustra esa necesidad así: "No sólo entre nosotros llevamos el nombre de Cristo, no sólo para nosotros la fe es algo tan grande, sino que todo lo que es hecho en el mundo, incluso por personas desconectadas de la Iglesia, es hecho por fe. La agricultura está fundada en la fe. Porque nadie que no crea que obtendrá aumentados para sí los frutos de la tierra emprendería los trabajos de la siembra. Los marinos están guiados por la fe cuando se confían a un débil madero y prefieren la agitación de las aguas inestables a los estáticos elementos de la tierra. Se entregan a expectativas inciertas, y no retienen para sí mismos más que la fe en la que confían; confían más en la fe que en las anclas" (Cir. Cat. 5).
Sobre La
Divina Revelación
Pregunta: ¿De dónde proviene la enseñanza de la Fe Ortodoxa?
Respuesta: De la Revelación Divina.
Pregunta: ¿Qué se entiende por las palabras Revelación Divina?
Respuesta: Que Dios mismo se reveló a los hombres para que puedan creer en El con rectitud, para su salvación y para honrarlo como se merece.
Pregunta: ¿Otorgó Dios esa revelación a todos los hombres?
Respuesta: La otorgó a todos, porque la revelación es necesaria a todos por igual, y es capaz de llevar salvación a todos. Pero, dado que no todos los hombres pueden recibir inmediatamente la Revelación de Dios, El empleó personas especiales como heraldos, para presentarla a todos los que desean recibirla.
Pregunta: ¿Por qué no todos los hombres son capaces de recibir la Revelación directamente de Dios?
Respuesta: Debido a la impureza de sus pecados y a la fragilidad de su cuerpo y de su alma.
Pregunta: ¿Quiénes fueron los heraldos de la Revelación Divina?
Respuesta: Adán, Noé, Abraham, Moisés y otros profetas recibieron y predicaron los Principios de la Revelación Divina; pero fue el Hijo de Dios encarnado, Nuestro Señor Jesucristo, quien la trajo a la tierra en toda su plenitud y perfección y la expandió por todo el mundo por medio de sus discípulos y apóstoles. El Apóstol San Pablo dice en el comienzo de su Epístola a los Hebreos: "De manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios a nuestros Padres por medio de los Profetas; en éstos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien puso como heredero de todo, por Quien también creó al mundo."
El mismo Apóstol escribe a los Corintios: "Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció... Dios nos la reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios" (1Cor. 2:7-8 y 10). El Evangelista San Juan escribe: "A Dios nadie lo vio jamás; el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre, El lo ha dado a conocer" (Juan 1:18). Jesucristo mismo dice: "Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre lo conoce nadie sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo lo quiera revelar" (Mat. 11:27).
Pregunta: ¿Entonces el hombre no puede tener ningún conocimiento de Dios sin una especial revelación de El?
Respuesta: El hombre puede tener cierto conocimiento de Dios contemplando las cosas que El ha creado. Pero este conocimiento es imperfecto e insuficiente y puede servir solamente como preparación para la fe, o como una ayuda ante el conocimiento de Dios por su revelación. "Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y divinidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas" (Rom. 1:20). "Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, pueden hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en El vivimos, nos movemos y somos" (Hechos 17:26-28). "Con respecto a la fe en Dios, está precedida por la idea de que 'Dios Es'. Recibimos esta idea de las cosas que fueron creadas. Examinando atentamente la creación del mundo, percibímos que Dios es Omnisciente, Todopoderoso y Bueno. Percibimos también sus propiedades invisibles. Por esos medios lo reconocemos como Soberano Supremo. Viendo que Dios es el Creador del mundo entero y que nosotros formamos parte del mundo, se deduce que Dios es también nuestro Creador. De este conocimiento viene la fe, y de la fe viene la adoración" (San Basilio el Grande, Epíst. 232).

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