lunes, mayo 11, 2009

DECISION INITIAL Y PERSEVERANCIA

Si deseas salvar tu alma y conseguir la vida eterna, sacude tu pereza, haz el signo de la cruz y dí: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

La fe no se obtiene mediante la refléxion; es preciso actuar. No son las palabras y la especulación las que nos enseñan lo que es Dios, sino la experiencia. Para dejar entrar el aire fresco es preciso abrir la ventana. Para desfrutar de una tez bronceada, hay que exponerse a los rayos del sol. Lo mismo sucede para adquirir la fe. Como dicen los Santos Padres, no se consigue el éxito final permaneciendo sentado apaciblemente en espera de que éste venga a nosotros. Imitemos al hijo pródigo: "Se levantó y se puso en marcha" (Lc. 15, 20).

Cualqiera que sea el peso y número de cadenas que os aten a la tierra, nuca es demasiado tarde. No sin motivo está escritoque Abraham tenía setenta y cinco años cuando partió; y los jornaleros de la hora undécima recibieron el mismo salario que los que trabajaron desde por la mañana.

En el bautismo recibisteis la orden de comprometeros en el combate invisible contra los enemigos de vuestra alma. Poned manos a la obra. Perdéis mucho tiempo en naderías.

Acomodados perezosamente desperdiciáis un tiempo precioso. No tenéis más que recomenzar por el principio, pues habéis dejado empañarse tristemente la pureza inicial de vuestro bautismo.
Poneos a trabajar inmediatamente, sin pérdida de tiempo, con decisión, sin dejarlo para este tarde, o para mañana, o para "cuando haya terminado de hacer lo que me ocupa ahora". Un retraso puede ser fatal.

No; es ahora, en el instante en que toméis la decisión cuando debéis mostrar con obras que os habéis despedido de vuestro viejo "yo" y que acabáis de comenzar una vida nueva. persiguiendo con ello una meta también nueva y por caminos nuevos. Levantaos, pues, con decisión y decid: "Señor: concédeme las gracia de comenzar de nuevo. ¡Ayúdame!" Porque por encima de todo necesitais la ayuda de Dios.

Perseverad en la decisión, y no miréis hacia atrás. Que el ejemplo de la mujer de Lot os sirva de lección: quedó transformada en columna de sal por haber mirado hacia atrás (cf. Gen., 19,26). Habéis abondonado el hombre viejo; no toméis otra vez esta guiñapo. Lo mismo que Abraham, escuchasteis decir al Señor: "Sal de tu tierra, deja a tus parientes y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré". (Gen. 12,1). Desde ahora, toda vuestra atención debe estar puesta en esa tierra.
El Camino de los Ascetas, Tito Colliander
traducido por Francisco Rafael Pascual
publicado por el MONASTERIO DE LAS HUELGAS: Burgos (España)
Col: "ESPIRITUALIDAD MONASTICA" Vol 6
Edición fuera de comercio
08 de DICIEMBRE de 1980
copiado por Hmo Finbar (Peter Brandt-Sorheim) por el grupo-e "Ortodoxis".

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